Todos los años por el mes de Abril recibo la misma llamada de ese apasionado por el atletismo y por la vida que es Juan Garrido. “Emilio!! El XX de Mayo tenemos la carrera de la Fibrosis. Si puedes y quieres venir ya sabes!” Y todos los años la misma respuesta. “Juan, lo siento mucho pero me coincide con esto, me coincide con lo otro…” En un par de ocasiones corrí la prueba de 1500 en pista, pero a mi me apetecía hacer “la popular”. El año pasado por fin pude formar parte de esa masa de corredores que abarrotan la pista de atletismo de Utrera y que llenan de colorido y de palmas y gritos de ánimo las calles del pueblo. Mentiría si dijera que es una carrera única e inigualable, porque hoy día por suerte para los corredores, el nivel de las carreras es cada vez más alto. Pero no me equivoco ni un poquito si digo que esta carrera tiene algo especial, tiene alma. Y es que Juan, su familia y el Club Utrerano de Atletismo se vuelcan para que esta fiesta del deporte sea un éxito. Cuando las cosas se hacen de corazón y poniendo todo el empeño, aunque no se tengan los mejores medios, el resultado no puede ser otro que la satisfacción plena (o casi) de todos los participantes. El carácter solidario de la misma termina de dar la seña de identidad a la misma, y es que no hay nada más reconfortante que poder ayudar a los demás (aunque sea solo un poquito)que haciendo lo que más nos gusta. Desde mi humilde punto de vista, os animo a todos a que vayáis un año más (los que ya sean veteranos en esta prueba) y que se animen a ir por primera vez a los que aun no lo han hecho. Solo ver la ilusión y las ganas que ponen todos para que las cosas salgan bien merecen la pena más que de sobra.